lunes, 9 de noviembre de 2009

Paradise Lost

Al fin el viaje que tanto esperábamos. Se que tengo que hacer fila, esperar, una por una al edificio entrar. Ahí veremos la luz. Tanto hemos esperado, desde pequeñas, por este momento. Nuestras abuelas siempre nos cuentan.

La que entra no sale dicen, pero no hay que preocuparse, no vas sola, siempre con amigas. Es un sitio encantador, con juegos, comida de sobra, lugar de canto y regocijo, donde el pasto no falta, el agua es clara, los lobos no acechan, el sol se pone cuando una se cansa, y sale cuando se despierta. Ahí voy. Sin temor, con mis amigas.

Largo tiempo he esperado este momento, la fila es lenta, esperar un poco mas no hace mal, he esperado toda una vida. Todas lo hemos hecho. Mi turno llegara sin duda, mugo de contento.

Si, al fin es mi turno, paso el portal con las siete cerraduras de hiero, cobre, oro, plata, madera, cristal y plástico. Leo el cartel a mi izquierda, sin comprender lo que dice. ¿que sera? Supongo que el nombre de este lugar, si. Me siento desvanecer, que bien se siente, si, el cuello tibio, los sentidos apagándose. Ah, para el futuro, el nombre del paraíso.


Matadero

1 comentario:

  1. Pobrecita. Ojalá que esto no lo lea el Carlos o cualquier defensor de los animales mira que te linchan.

    Buen texto

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